Miles de familias viven en las orillas de los diferentes ríos de la capital dominicana, personas que bajo el manto de la pobreza, se sienten sucumbir ante la vulnerabilidad que les producen estos acuíferos.

Tal es el caso, de cientos de familias que viven en la ribera del Río Ozama, cerca del sector Los Tres Brazos en la parte este de Santo Domingo, dónde hombres, mujeres y niños tratan de sobrevivir bajo las tres vulnerabilidades que caracterizan a esta zona.

Más de 250 hogares de esta localidad están rodeados, a un extremo por el río Ozama, que con cada crecida los lleva al borde de un ahogamiento y de perder sus enseres y al otro lado una barranca que cuando se satura de lluvias en varias ocasiones ha producido deslizamientos de tierra que dejan las casas reducidas a escombros.

Otra vulnerabilidad que describen las personas que viven en este lugar es el hecho de estar debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez, mejor conocido como puente de la 17, en este lugar los residentes narran que cuando le dan mantenimiento al paso vehicular caen una serie de escombros, que atentan contra la vida de quienes están debajo.

En un ambiente inseguro e insalubre viven las familias del lugar descrito anteriormente, estas personas permanecen viviendo en casitas de zinc y madera con la esperanza de que el Gobierno cumpla la promesa de desalojarlas y reubicarlas en una zona humanamente más digna.

Líder comunitario

El presidente de la Junta de vecinos La Hermandad, Brígido Brito Manzueta, afirmó que casi trescientas viviendas fueron censadas por la Unidad para la Readecuación de Barrios y Entornos, durante el gobierno de Danilo Medina, que aún no han sido evacuadas.

Esta situación genera mucha preocupación porque casi todos los años de cinco a seis viviendas quedan bajo los escombros de la barranca que delimita el sector.

Brito Mazuela guio a elCaribe para mostrar la decadencia y vulnerabilidades en las que están sumergidos los residentes de la ribera del Ozama.

Durante el recorrido se pudo conocer un poco de la historia de Juan Zabala, de 63 años, que por más de 16 años ha vivido en la ribera del Ozama, debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez, en una casita de madera y zinc en la orilla del río.

El señor Zabala, que se gana la vida reparando colchones, explicó que hace varios años la Unidad para la Readecuación de Barrios y Entornos (URBE) realizó un censo a los comunitarios y les aseguró que pronto los iban a desalojar y les iban a proveer con qué comprar en otra zonas más seguras.

De igual modo, vive el señor Jalinton de Óleo Vicente, que reside en una pequeña casa de nueve metros de largo y cinco de ancho, por más de 17 años con su esposa y sus cuatro hijos.

De Óleo Vicente reconstruye por tercer vez su casita, porque el río con sus crecidas la ha destruido, asegura que espera con ansias la hora en que se realice la reubicación para sacar a su familia de este inseguro lugar.

“He construido mi casa tres veces porque el río entra y la inunda y daña todo a su paso, por lo que la madera se va pudriendo”, dice Jalinton de Óleo Vicente, habitante de la orilla del río Ozama.

De igual manera se encuentra bajo el manto de la vulnerabilidad y la insalubridad, Ramón Arias, de 60 años, quien tiene tres décadas viviendo al lado del río Ozama, en el sector de Los Coordinadores de Sabana Perdida.

El señor Arias sufre de dos enfermedades, una en su piel y la otra en su columna, a esto se le agrega el vivir en la incertidumbre, a la orilla del río.

El río Ozama y los sectores que rodea

El río Ozama nace en la Loma Siete Cabezas, en la Sierra de Yamasá de la República Dominicana, por su profundidad es considerado el cuarto río más importante del país. Es también el más contaminado del Caribe. Abarca 2.686 kilómetros cuadrados y recorre 148 kilómetros, durante este recorrido abarca decenas de sectores.

Entre las zonas que rodean al río Ozama en la parte este figuran: Villa Duarte, Ensanche Ozama, El Dique, Los Mina Sur, El Ámbar, La isla, Los Barrancones, Los Tres Brazos, Las Riberas del Ozama, Katanga, Vietnam, Juan Pablo Segundo, el Cachón de la Rubia, la vieja Barquita.

En el norte: La Javilla, Los Solares, Cerro de Sabana Perdida, Colina del Ozama, Dos de Enero, Los Coordinadores y La Nueva Barquita.

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